François de Salignac de la Mothe fue un obispo y teólogo católico, pero también poeta y escritor. Entre sus obras más importantes se encuentra un texto pedagógico que, cuando se publicó, adquirió gran fama tanto en su país de nacimiento, Francia, como en el extranjero; entre otros lugares en España.
Durante siglos, la educación de las mujeres fue un problema criticado por los intelectuales; estas acciones dejaron una huella que permanece indeleble en muchos países hasta nuestros días. El libro que estamos comentando es un ejemplo de literatura instructiva basada en principios religiosos. Salignac ofrece a los padres, sus lectores, un conjunto de reglas y pautas para la educación de sus hijas, para que puedan cumplir el papel de una mujer doméstica ideal: una esposa, una madre, un ama de casa; como dice el propio autor: “prudente, trabajadora y piadosa”.
En la segunda mitad del siglo XVIII, en España, cuando se publicó esta obra, traducida del francés, se generalizó este modelo del papel de la mujer.