Pepa Jiménez
- Introducción: Procedencia de la obra
La historia de la adquisición de la obra que presentamos se remonta a la época dorada de Tánger. En los años 50 del siglo pasado, una dama francesa recibe este cuadro como un regalo muy especial de su amiga: la estadounidense Bárbara Hutton, conocida como “La pobre niña rica”. Además del cuadro, y entre otros regalos, también recibe el poemario escrito por Bárbara y editado en 1957 The wayfarer, que por supuesto le dedica.
El tiempo coincide con el exilio de Bárbara tras el divorcio de Cary Grant, estableciéndose primero en París y más tarde en Tánger. Tánger era un hervidero de artistas atraídos por los últimos coletazos de la moda orientalista del XIX. Hutton compra el palacio Sidi Hosni y fija su residencia de verano. En su palacio realiza sonadas fiestas a las que invita a toda la sociedad tangerina. Y en esas fiestas regalaba fastuosos objetos a sus invitados. En los primeros sesenta años del siglo XX coincidieron artistas y millonarios en una ciudad que vivía deprisa y de noche.
La amiga de Bárbara Hutton mantiene este cuadro en propiedad hasta su muerte y es adquirido por Isla Negra a sus herederos en la costa malagueña al poco tiempo de su fallecimiento. Una de las herederas del cuadro mantiene que la propietaria siempre dijo que fue “su cuadro más valioso”.
En esta primera introducción confluyen cuatro aspectos importantes para una posible atribución de la obra a Chaïm Soutine: Francia; un conocimiento artístico de ambas mujeres presentadas en esta introducción; un poder adquisitivo alto; y la afirmación de que la obra es valiosa.
2. Descripción de la obra
Técnica: Óleo sobre cartón.
Descripción: Retrato femenino sedente. Expresionista.
Medidas: 72 x 48 cm. aprox.
Época: Escuela de París. ¿Finales de 1920?
La pintura no ha sido restaurada ni limpiada. La única intervención ha sido añadirle un marco actual. Tampoco se ha sometido a procesos tecnológicos para revelar la autoría. Por el envejecimiento, craquelado y composición lo situamos en el primer cuarto del siglo XX.
2.1. Expresionismo
El Expresionismo fue una corriente desarrollada a principios del siglo XX, contraria al Impresionismo y con origen en Alemania. El Expresionismo abarcó todos los campos artísticos desde la pintura y escultura hasta el cine. Buscaba interpretar y representar las emociones y sentimientos alejándose de una representación de la realidad objetiva. Los artistas se esmeraron en captar las personalidades de sus retratados. De corte pesimista, esta corriente buscaba impactar emocionalmente al espectador a través de una carga psicológica y expresiva y del uso de colores vivos en composiciones que no atendían a leyes de perspectiva ni prestaban atención a las luces.
Dentro de la corriente expresionista destacaron en Alemania los grupos El Puente (Die Brücke) y El Jinete Azul (Der Blaue Reiter). Del primero son los artistas Emile Nolde y Kirchner, y al segundo pertenecieron Franz Marc, Kandinsky y Klee, entre otros. El Jinete azul se basó en los parámetros futuristas y cubistas.
Por su parte, se desarrolló también esta corriente en Francia destacando la Escuela de París. En París se encontraban Modigliani, Chaïm Soutine, Chagall, Picasso y un largo etc. Herederos de los fauves, los expresionistas franceses le dieron total importancia al color.
3. Chaïm Soutine
Chaïm Soutine fue un pintor lituano perteneciente a la Primera Escuela de París adscrito a la corriente expresionista. Soutine nació en Smilovich, en 1893, en el seno de una familia judía. En 1909 se traslada a Minks para iniciar su formación artística y un año más tarde ingresa en la Escuela de Bellas Artes de Virna, terminando sus estudios en 1912. Se traslada entonces a París, al barrio de Montparnasse, allí conoce a Modigliani que lo retratará varias veces y con el que forjará una amistad hasta la muerte del artista italiano. Soutine seguía su formación influenciándose de figuras como El Greco, Rembrandt, Van Gogh -paleta y pincelada enérgica- y Cézanne -ruptura de la composición clásica-entre otros. Expone en la Galería de Henri Bing y logra vivir a través de la venta de cuadros.
Soutine pintó naturalezas muertas, paisajes y retratos. Los retratos siguen una manera expresionista de reflejar la soledad y la personalidad de los trabajadores, sobre todo de los bajos fondos. Suelen ser retratos sedentes de medio cuerpo en sillas de madera y con cierta tensión en el cuerpo. La tonalidad de la carne mezclaba amarillos, ocres, rosados y verdes. Las figuras aparecen sin bordes definidos, centradas y con miradas desganadas sobre fondos oscuros, principalmente azules con manchas negras, construidos a través de un contorno oscuro sutil enmarcando la figura y manchas azules que se expanden hacia el exterior para encontrarse otra vez con manchas más oscuras en los bordes de la composición, creando una apariencia “marmoleada”. Se centró en representar la personalidad de los retratados y la naturaleza de las cosas y si no quedaba satisfecho con el resultado destruía la obra.
Al estallar la II Guerra Mundial Soutine huye de París y se instala en un pueblo cercano a Tours. Una perforación gástrica, consecuencia del hambre que pasó de niño, le obliga a volver a París muriendo en la mesa de operaciones el 9 de agosto de 1943.
El trabajo de Soutine es fundamental en el posterior Expresionismo americano, pero también en la obra de artistas europeos. Los artistas de la América de los 20 hasta los 60 conocen a Soutine a través de varias exposiciones realizadas en Estados Unidos. Quizá la influencia más palpable está en la obra del irlandés Francis Bacon.
Siguiendo con los retratos de Soutine, en 2013, la obra El pequeño pastelero, alcanzó los 18 millones de dólares en una subasta en Nueva York.
3.1. Antonio Fuentes, pintor tangerino
Queremos citar a este autor en relación a una posible procedencia del cuadro. Antonio Fuentes (Tánger, 1905-1995) fue un pintor expresionista que se formó en Madrid, París, Florencia y Roma. Su padre había inaugurado un lujoso hotel en el zoco chico de Tánger a principios del siglo XX, donde más tarde coincidieron pintores y miembros de la Generación Beat. En la primera mitad del siglo XX habían pasado por Tánger Delacroix, Matisse, Truman Capote -que se alojó en el Fuentes- e infinidad de artistas.
Antonio Fuentes se establece en los años 20 en Montparnasse y se matricula en la Escuela de Bellas Artes. Plenamente influenciado por la vida de Tánger, y aunque allí conoce y comparte tertulias con artistas de vanguardia, Fuentes sólo mantuvo una estrecha relación con dos pintores judíos de Montparnasse: Möise Kisling y Chaïm Soutine. Y con Soutine compartió la obsesión por pintar bueyes durante el tiempo que coincidieron en París.
Por la relación entre ambos pintores pudiera coincidir la entrega de una obra por parte de Soutine a Fuentes y que este la llevase a Tánger y que en Tánger la comprase o la recibiera como regalo en una de sus fiestas a las que invitaba a la alta sociedad tangerina Bárbara Hutton y que, con el tiempo, en una de esas fiestas el cuadro fuese entregado por parte de Hutton a la amiga francesa. Aunque también está la hipótesis de que Hutton lo adquiriese en una de las exposiciones de Soutine en Estados Unidos o en París, que por fecha de residencia de Bárbara en uno y otro país pudiera coincidir con la exhibición de obras del artista ya fallecido.
4. Atribución ¿Chaïm Soutine? El Método Morelli
Siguiendo la teoría de atribucionismo que en el siglo XIX llevó a cabo el crítico y político italiano Giovanni Morelli -Sherlock Holmes se basó en esta figura-, por la que a través de “pistas” y la comparativa entre trabajos de un autor revela la autenticidad y autoría de una obra, presentamos a continuación obras de Chaïm Soutine, detalles que podrían situar esta pintura en el inventario del artista.
Morelli dijo que uno de los elementos más representativos de un autor son las manos. Ciertamente, la manera de ejecutar las manos es muy distinta en cada pintor. Por la construcción, color, posición, pincelada y otros aspectos, las manos siempre han sido signo identificativo de un artista. Comparando obras de Soutine, vemos cómo la mano no está hecha del todo, en algunos casos -como este- ni siquiera define los dedos. Son manchas de color amarillo, ocre, rosado y verde, alargadas y con una posición repetida: cruzadas, juntas o tocándose los dedos. La posición de las manos coincide con la posición de las manos de su colega Modigliani.
Al haber comenzado por las manos, vamos a seguir con la anatomía. En un recorrido hacia arriba desde las manos vemos cómo los brazos -delgados, pálidos- terminan en unos hombros huesudos, estando uno más elevado. El pico de la clavícula es muy pronunciado y da una sensación de “encogimiento”, alejado de una actitud relajada. La curvatura en forma de corazón de los hombros es muy particular y la tensión contenida se repite en muchos retratos de Chaïm Soutine.
La chica escuálida -las mujeres de Soutine son casi siempre delgadas, sin curvas- aparece frente al espectador de medio cuerpo y sentada sobre una silla de madera -la silla es un elemento repetido en los retratos de Soutine- con un asiento rojo, un rojo que elige para algunas naturalezas muertas y representación de animales en esa obsesión por alcanzar las tonalidades perfectas de la sangre de los animales. Los párpados son más oscuros, las cejas finas y arqueadas, formadas por apenas un trazo más diluido y que sigue en la línea de los tirantes del camisón. La barbilla suele ser pronunciada, con un ligero desplazamiento, generalmente hacia la derecha, y con un punto de luz a través de una mancha amarilla en el centro. En cuanto a las orejas, apenas se intuyen.
Sin mirar directamente a la “cámara”, la fuerza de la mirada incluso nos invade y, aunque la cabeza está en una posición semi frontal, el cuerpo está más girado y refleja de alguna manera movimiento y tensión. Una tensión contenida, un pathos que se clava en el espectador como una flecha a través de los ojos -no muy definidos- de la retratada. Esa fuerza también es constante en Soutine. En cuanto a los labios, muy rojos, la boca es pequeña pero carnosa y tiene los picos del arco de cupido muy pronunciados.
Tras estos elementos comparados, la relación entre este objeto artístico y la “maniera” que diría Morelli de Soutine resulta muy parecida pero, además, el aspecto más cercano a la posible autoría de Soutine es el fondo. Vemos cómo se construye este fondo en distintas obras a partir de un gesto circular, con pinceladas cargadas de pintura azul oscuro y negro que no llegan a mezclarse en el cartón. La construcción de este fondo a través de unos colores que se repiten sucesivamente en la obra de Soutine y la pincelada ascendente quizá sea el aspecto más contundente para atribuir esta obra a Soutine. De igual manera, la tez amarillenta y el rojo sangre del que ya hablamos antes, nos planta ante un cuadro posible de este autor.
La obra Ave de corral, un óleo sobre cartón pintado a mediados de los años 20, supone una pintura más diluida. El fondo sigue el azul característico de Soutine y el cuchillo aparece más definido. La mezcla de colores que presenta el ave coincide con los colores de nuestro retrato.
Observando otros retratos femeninos del autor vemos cómo, además del fondo y todo lo comentado, coinciden proporciones y posición. El alargamiento de la cara –cosa que compartía con Modigliani-, el medio perfil, la distancia entre la nariz y la boca y la tendencia de representar la nariz hacia la izquierda coinciden en muchos retratos de Soutine.
Siguiendo con las tonalidades y para finalizar, comparamos el reverso de nuestro retrato con los fondos de Mujer en rojo y la serie de gladiolos. La paleta marrón y rojiza que combina un tono claro y otro oscuro coincide en las cuatro pinturas.
5. Conclusiones
El análisis ha sido realizado según la observación directa de la obra en posesión de Isla Negra y comparándola con reproducciones digitales de otras obras de Chaïm Soutine alojadas en los museos citados, así como las reproducidas en las páginas del catálogo razonado del artista. No hemos tenido acceso directo a otras obras.
En el proceso se han realizado fotografías en distintas calidades (equipo profesional, cámaras de nivel usuario e incluso móviles) que han sido comparadas con otras fotografías de las mismas calidades de obras expuestas de Soutine. En ese sentido, composición, pincelada y paleta de color desde un nivel formalista e iconográfico coinciden. También se ha hecho uso del buscador de imágenes de Google y, al introducir las fotografías de nuestra obra, aparecían como imágenes relacionadas otras obras de Soutine.
El estudio muestra una opinión fundamentada en el análisis estilístico, la manera del pintor y las “pistas”, datos que tenemos de la procedencia. Sin afirmar que el artífice de esta obra sea Soutine, sin duda el autor debió recibir formación artística, debió conocer la pintura clásica y las vanguardias de la primera mitad del siglo XX. Nos aventuramos a confirmar que si no es Soutine, el pintor de esta obra también debió conocer el trabajo del artista lituano y las corrientes de la Escuela de París.
Centrándonos en la procedencia de este cuadro, las personas presentadas mantienen un capital cultural y económico elevado. En función de la teoría de la recepción y desde una postura cercana al sociólogo francés Pierre Bordieu, el acto de entrega de este cuadro por parte de una mujer rica a otra mujer con un nivel social alto con la que coincide en un ambiente distinguido, de altas esferas y en el contexto del Tánger de los 50, nos pone delante de una obra valiosa. Además, podría caber la posibilidad de que Antonio Fuentes, amigo de Soutine y con el que vive en París se trajera el cartón a Tánger.
La primera evidencia es que es una obra cara. La segunda que es expresionista. La tercera que por época coincide con una posible adquisición de un Soutine en exposiciones celebradas en Estados Unidos o París entre los años 30 y 50. La cuarta que por composición y pincelada está relacionado con la Escuela de París.
No obstante, hay un elemento que no coincide con el trabajo de Soutine: la obra de Soutine es más matérica y la pincelada de este cuadro es menos pastosa, si bien puede que esté sujeta al soporte, pues el cartón aguanta menos peso que el lienzo y por eso podría resultar una pincelada más diluida. En cualquier caso, las obras de Soutine se vuelven más matéricas con el paso del tiempo.
Hay que recalcar que el cuadro no ha sido restaurado ni limpiado en este tiempo por lo que los colores que presenta, en origen, son más brillantes. Si se le realizara una limpieza, habría más tonalidades en la piel porque, aunque amarilla, mantiene manchas rosadas y verdes.
Pepa Jiménez
Referencias
· Bendahan, E. (6 de julio de 2016): “Tanger, Fuentes y sus amigos sefrdíes”, en El País. Texto online: https://blogs.elpais.com/red-de-casas/2016/07/tanger-fuentes-y-sus-amigos-sefard%C3%ADes.html, consultado el 1 de agosto de 2019.
· Klaus Perls, Esti Dunow y Maurice Tuchman (2002), Chaïm Soutine (1893-1943) Catalogue Raisonne. TASCHEN.
· Soutine en el Museo de Israel, Jerusalén: https://www.imj.org.il/en/artistec/chaim-soutine, consultado el 1 de agosto de 2019.
· Soutine en el MET museum: https://www.metmuseum.org/search-results#!/search?q=soutine, consultado el 1 de agosto de 2019.
· Chaïm Soutine en el MOMA: https://www.moma.org/artists/5543, consultado el 1 de agosto de 2019.
· Chaïm Soutine en Musée de l’Orangerie: https://www.musee-orangerie.fr/en/artist/chaim-soutine consultado el 1 de agosto de 2019.
· Chaïm Soutine en el Museo de Arte Moderno de Philadelphia: https://www.philamuseum.org/collections/results.html?searchTxt=soutine&bSuggest=1&searchNameID=&searchClassID=&searchOrigin=&searchDeptID=&page=0, consultado el 1 de agosto de 2019.
· Soutine en la colección Philipps, Washington: https://www.phillipscollection.org/search?i=1&tpc_q=soutine&q1=Collection&x1=tpc_type, consultado el 1 de agosto de 2019.
· Chaïm Soutine en el Museo de Arte Moderno de la Villa de París: http://www.mam.paris.fr/fr/collections-en-ligne#/artworks?layout=grid&filters=query%3Asoutine, consultado el 1 de agosto de 2019.
· Chaïm Soutine en el Pompidou de París: https://www.moma.org/artists/5543, consultado el 1 de agosto de 2019.
